Los vínculos de Yamandú Orsi con el sionismo de Israel

«Para Lalo (Salomón Vilensky) ser uno de los asesores de la nueva Oficina de Innovación de Uruguay en Israel es especialmente natural», dice una nota del Semanario Hebreo del 2 de enero de 2025.
Salomón Vilensky vive en el kibutz Parod, en el norte de Israel, y es el director del Parque Industrial Dalton. Emigró a ese país desde Uruguay en 1980, en el marco del programa de colonos Habonim-Dror. Hizo 3 años de servicio militar, como paracaidista en la unidad Na’hal, que fue parte del contingente que invadió el sur del Líbano en 1982 en apoyo al ejército libanés, que perpetró la masacre del campo de refugiados palestinos Sabrah y Shatila. Sobre esto es importante aclarar que Vilensky se comunicó con nosotros*** para indicar que él no estuvo vinculado en forma alguna con Sabra y Shatila.

Viejos amigos


Los lazos entre el Frente Amplio y figuras del sionismo y el Estado de Israel datan de al menos 16 años.
Un año después de la operación Plomo Fundido de Israel en Gaza, que mató a 333 niños y 141 mujeres, el por entonces Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, visitó oficialmente Israel para dialogar con el Ministro de Seguridad de Netanyahu, Yitzhak Aharonovitch. Además de ciberseguridad, también hablaron del sistema carcelario.*
En 2017 Carolina Cosse viajó a Israel como Ministra de Industria, y visitó el Parque Industrial Dalton, de Salomón Vilensky. Un año más tarde, la Cancillería de Uruguay, dirigida por Rodolfo Nin Novoa organiza un congreso para vincular a referentes uruguayos del sector tecnología en el exterior, al cual Vilensky es invitado; y a partir del cual establece contactos con el INIA, que lo llama para dar un par de conferencias relativas a dos polos tecnológicos que estaba proyectando.
Su protagonismo en distintas actividades y presentaciones con políticos del Frente Amplio en funciones de gobierno indican que ambas partes tienen un interés sostenido por estrechar vínculos con planes a futuro.
El 8 de julio de 2021 el por entonces Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, recibió a Vilensky («Lalito», como lo llama Orsi), acompañado del Embajador de Israel, para que visitaran el Parque Científico y Tecnológico de Pando.

Visita oportuna


Exáctamente un mes antes de la operación «Diluvio de Al-Aqsa» de las brigadas palestinas, Orsi visitó Israel, donde, en sus propias palabras, habló de «Riego por goteo, manejo y reciclaje del agua, desarrollo del startups, ciberseguridad y sistema carcelario fueron los ejes de cuatro días cargados de reuniones. Y me vine con contactos a todo nivel que incluso ya empecé a operativizar estando en Israel.»
Sobre todo es interesante que haya expresado «Almorcé y vi el desarrollo increíble de un kibutz en materia de riego por goteo». Justo le sorprende la forma en que un kibutz maneja el agua.
Que hablara de sistema carcelario no sorprende, porque es uno de los rubros de exportación de Israel, para lo cual pone como caso de «éxito» la forma en que maneja la situación de los presos políticos palestinos. Y está claro que los derechos humanos y los presos políticos no figuran en la agenda de dirigentes del Frente Amplio desde hace más de una década al menos.
Lo «casual» del momento de la visita, así como que hayan invitado al Intendente de Canelones, y no al Pro-Secretario de Presidencia Álvaro Delgado no puede menos que llamar la atención. Sobre todo si a eso le sumamos las acciones que por esos días el banco Leumi de Israel estaba vendiendo en corto para deshacerse de ellas, y que salvó a ese banco de un gran revés financiero tras el ataque del 7 de octubre.
Dos años antes del ataque tanto la CIA como los servicios de Inteligencia de Egipto le habían advertido al gobierno israelí sobre la inminencia de un ataque; pero parece que la forma en la que se prepararon fue muy distinta a la que se supone que hubieran hecho, y tal vez Orsi entró en ese esquema de «preparación» para el ataque. Aunque no es el propósito de este artículo, sí queremos indicar que existe documentación e información que indican que estas espantosas omisiones (y sus consiguientes «aprovechamientos») no serían una excepción en la historia de los movimientos que pujaron por la creación del Estado de Israel.

Lista de tareas


En una carta fechada en diciembre de 2024 que dirigió «a los miembros del futuro gobierno», Vilensky hace una serie de propuestas bastante extrañas, o porque son cosas que ya se están haciendo (como los parques industriales temáticos, como el PTI del Cerro, o Zonamérica)**, o porque Uruguay tendría que hacer esfuerzos que no parece estar dispuesto a hacer en su estadio de desarrollo actual (como el desarrollo de Inteligencia Artificial).
Pero entre todas estas propuestas raras, menciona tres proyectos que tienen que ver con la gestión y control de datos críticos tanto de la población como de las empresas de nuestro país. Y es llamativo, porque no tiene nada que ver con la actividad habitual de un parque temático industrial.

Sensibilidad selectiva


El 20 de febrero de 2025 recibió a una delegación de familiares de secuestrados por las brigadas palestinas, e incluso se sacó una foto con el retrato de uno de los niños secuestrados, que asumimos se presume que todavía se encuentra con vida y no ha muerto por las bombas israelíes.
Sin embargo, ni siquiera es capaz de mencionar las palabras «niño» y «Gaza» en una misma frase.
Mientras tanto, «Lalito» Vilensky, su amigo, ahora es el director de Innovación de Zonamérica.

Aclarando para oscurecer


El texto de una publicación de Orsi en su cuenta de X durante su visita a Israel llama la atención.
«Israel, PBI per cápita 55.000 dólares. En Cisjordania, 3.500 y en Gaza 1.000 dólares. Dos países enfrentados, y una realidad injusta. Evidentemente hay cosas que tienen que cambiar. Y es en clave de paz, no hay otra.»
Para quienes no lo sepan, explicaremos algunas cosas que Orsi sabe perfectamente, para entender el cinismo de su publicación.
Ningún país puede ser tomado como tal si es despojado de derechos tales como recaudar en forma íntegra sus impuestos, si no puede ejercer su soberanía sobre su propio territorio y fronteras, si no le permiten tener un aeropuerto ni tan siquiera saber qué pasa en su espacio aéreo, si no le permiten ni la pesca en sus aguas territoriales (ya ni hablemos de la soberanía de tales), si no puede ejercer el comercio exterior por sus propios medios en forma soberana, si no le permiten tener moneda propia y debe utilizar la del país que lo ataca y usurpa su terreno en forma permanente, y, por supuesto, no se puede llamar país si la mitad de su población se haya prisionera en un campo de concentración, dependiendo de rigurosos permisos para que sus habitantes puedan entrar o salir, y al cual solo se permite el ingreso de alimentos en forma limitada, racionada, y con criterios hasta ridículos, que establecen que no puede ingresar chocolates, perejil o vestidos de novia. Entonces, comparar 2 de los 3 territorios de Palestina (porque se le olvidó Jerusalém Este) con Israel es un acto de muy mala fe.
Pero todavía es peor comparar sus PBI como medida de «progreso», cuando dicho indicador no hace más que evidenciar la brutalidad del deterioro que la ocupación israelí genera sobre el territorio que le «permite» gobernar a la Autoridad Palestina.
Ni hablar del cinismo de que Uruguay haya reconocido formalmente a Palestina como Estado en 2011, pero sin reconocer su representación como embajada, sino como delegación.
Su publicación no es un intento de «quedar bien con dios y con el diablo», es un grosero acto de desinformación para manipular a los «incautos de siempre».

Apostar a perdedor


El mayor rubro de exportación de Israel es la industria armamentista y de «seguridad». Y sus principales clientes son Estados que tienen políticas represivas muy duras con ciertos sectores de su población, o con refugiados, u otras poblaciones que consideran «indeseables».
En materia de ciberseguridad, Israel es cuestionado desde hace años por la venta libre del software de espionaje Pegasus, que habilita un tipo de espionaje que permite interferir con la política interna de los países.
Sin embargo, luego de la operación «Diluvio de Al-Aqsa» las ventas en los países del tercer mundo se desplomaron, dado que fue tomado como un fracaso absoluto de todos los sistemas de seguridad.
Pero ya antes de eso, varios países europeos habían comenzado a limitar sus compras de ciberseguridad, dado que los sistemas israelíes requieren mantenimientos y actualizaciones muy costosos, que además terminan implicando distintos niveles de intromisión, tanto en la seguridad, como en la política interna de los países clientes.
No hay duda que Orsi seguirá profundizando la política bipartidista (iniciada por el Frente Amplio) de compra de servicios y dispositivos de «seguridad» a Israel.
Pero, para quien preste atención, está claro que esto no es ni por su efectividad ni por su dimensión humana o moral.
Entonces, la Oficina de Innovación de Uruguay en Israel que abrió Lacalle Pou no es más que la continuidad de una política cuyos inicios formales podemos rastrear al menos hasta 2010, y que, como toda política bipartidista, no cambiará por votar a tal o cual partido, o porque tal o cual organización social presione con instrumentos electorales para lograr el resultado, sino por una presión social diferente, menos organizada y más concentrada en acciones de repudio no convencionales, que sin dudas, tenemos que construir entre todos quienes estamos interesados. Y probablemente esa construcción tampoco puede ser convencional.
Este artículo pretende ser un aporte a esa construcción.

*** El 2 de mayo hicimos un video de adelanto de este artículo, tras lo cual Salomón Vilensky se comunicó con nosotros para hacer la aclaración antedicha y especificar que su actividad en parques temáticos industriales no solo se resume a Israel. Como en el video damos la idea de algo distinto, queremos aclarar que su actividad desarrollando parques temáticos industriales también abarca países como Perú, Ecuador y México.
Lo que quisimos señalar en el video es que su experiencia de adquisición de conocimiento para el desarrollo de parques temáticos se circunscribe al de Israel. Y dado que los principales del mundo se encuentran en Arabia, Alemania e Inglaterra, no nos parece que amerite el que Uruguay abra, por primera vez en su historia, una oficina de innovación tecnológica, justo en Israel, y justo en Jerusalén.

** En el video relativo a este artículo de YouTube dijimos que un parque temático es como el LATU, y enfatizamos en el aspecto de exposición de procesos productivos, sin mencionar el aspecto productivo en sí, que entonces, no es una explicación completa.

  • En una entrevista al respecto en La República, Bonomi indica que «Uno de los puntos que más nos interesó ver y que queremos resolver en Uruguay, fue el tratamiento de los menores….»
    En 2010 en Israel había 100 menores judíos en el sistema de detención. Estos representaban el 13% de los menores detenidos, ya que el resto eran palestinos (catalogados como árabes).
    Si tomamos en cuenta que en ese momento en Uruguay había poco más de 500 menores en el sistema carcelario, probablemente Bonomi estuviera observando los sistemas de reclusión para menores palestinos, no para judíos.

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